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Baterías para placas solares: Imprescindibles en la obtención de energía del sol

Las baterías para placas solares solucionan uno de los grandes handicaps de la energía solar y es el problema de la acumulación. Las placas fotovoltaicas nos permiten generar energía limpia a partir del sol pero solo son útiles cuando hay radiación suficiente, por lo que en horas nocturnas o de baja radiación por ejemplo por nubes, su rendimiento puede ser nulo o bajo. Por este motivo, las baterías son las que permiten aumentar el rendimiento de nuestra instalación fotovoltaica y aprovechar al máximo la eficiencia del sistema utilizando toda la energía posible procedente del sol y captada con nuestros paneles fotovoltaicos. Gracias a ellas, podemos ampliar las horas de uso de nuestra instalación incluso en momentos de baja radiación solar (o de manera nocturna) al igual que ocurre con la que llega a través de la red eléctrica.

¿Qué son y cómo funcionan las baterías solares?

Básicamente, no son otra cosa que acumuladores de energía. Se encargan de almacenar el excedente de energía obtenida por los paneles solares y que no estamos consumiendo en el momento de la generación para su uso posterior o para asegurar la continuidad del suministro en las condiciones adecuadas. Por tanto, son un elemento muy importante para la instalación de energía fotovoltaica ya que gracias a ellas se obtiene energía limpia y renovable de forma autónoma, por ejemplo, para el autoconsumo doméstico.   Por otra parte, las baterías tienen una duración estimada de entre ocho y quince años. Esto significa que si nos estamos planteando los costes de una instalación fotovoltaica deberemos tener en cuenta que habrá que cambiarlas al menos una vez durante la vida útil de la instalación. Pero, para comprender mejor la utilidad de estas baterías, es interesante conocer todo el proceso de obtención de energía a través del sol. Existen dos tipos:
  1. Energía solar térmica. Se acumula en depósitos de agua y se usa, justamente, para calentar el agua caliente sanitaria.
  2. Energía solar fotovoltaica. Es la que nos ocupa, la electricidad obtenida de las células fotovoltaicas se almacena en las baterías.
Centrándonos en esta última, el proceso por el que se obtiene la energía a partir del sol se denomina efecto fotoeléctrico. Consiste en que ciertos materiales absorben fotones y liberan electrones. Concretamente se utiliza generalmente para ello el silicio, mediante el que se crean células fotovoltaicas semiconductoras que se agrupan en los paneles solares. La instalación cuenta también con inversores, que transforman la corriente continua en alterna y con transformadores, que adecúan la tensión para que la electricidad pueda ser consumida por la instalación. Finalmente, esa energía eléctrica pasa a las baterías, que se encargan de almacenarla hasta que se desea utilizar. Estas tienen reguladores que las protegen el sistema de sobrecargas.

¿Cómo elegir una batería solar?

Lógicamente, cuanta más capacidad tenga una batería, más autonomía se tendrá. Sin embargo, cuando hablamos de instalaciones de energía solar para autoconsumo, como es el caso de las comunidades de propietarios o vivienas unifamiliares, quizá no haga falta una gran capacidad de almacenamiento, sino únicamente un complemento para los días de baja radiación diurna. La potencia de energía que puede proporcionar una batería se calcula multiplicando el amperaje por el voltaje. El primero representa la intensidad de corriente que da la batería, mientras que el segundo es la fuerza con la que circula esa corriente. Pero también influye en la cantidad de electricidad suministrada por uno de estos depósitos su velocidad de descarga. Cuanto más rápidamente se descargue la batería, menor será la potencia que suministra. Para conocer este dato, basta mirar en la descripción de la batería el formato expresado con la letra C y un número. Por ejemplo, si pone C100, quiere decir que se descargará en 100 horas. También es importante que sepamos que las baterías cuya descarga es más rápida tienen menor vida útil. Esta última depende igualmente de su profundidad de carga. Cuanta más carga tengamos que introducir en ellas, menos durarán. En este sentido, se aconseja rellenarlas antes de que se vacíen. Por ejemplo, cargarlas cuando todavía están al 80 % supone que tengan seis veces más vida útil que si esperamos a que estén al 30 % para rellenarlas. Por otra parte, para elegir una batería solar también hay que conocer las distintas opciones que existen en el mercado.

Tipos de baterías para placas solares

A medio plazo, las mejores baterías serán las de ion-litio. Pero todavía son una opción cara. En la actualidad, podemos clasificar estos dispositivos en función de su potencia y también de sus características. En cuanto a estas últimas, distinguimos los siguientes tipos:
  • Baterías AGM. También se las conoce como “sin mantenimiento” porque su electrolito está inmovilizado y poseen una válvula de gases que evita pérdidas. Son recomendables para pequeñas instalaciones donde, precisamente, el mantenimiento resultaría muy costoso. También destacan por su rápida recarga y por su larga vida útil.
  • Baterías de litio. Tampoco emiten gases y ocupan poco espacio. Además, su tiempo de carga es el más rápido. Están recomendadas para cualquier tipo de instalación. Su único problema es que son más caras, aunque su precio cada vez se modera más.
  • Baterías monoblock. Se aconsejan para instalaciones muy pequeñas. De hecho, son muy usadas en coches y motos. Se trata de las más sencillas, pero requieren mantenimiento del electrolito, ya que emiten gases. Por ello, no son aptas para usar en lugares cerrados carentes de ventilación.
  • Baterías de ciclo profundo. Su formato es parecido al de las anteriores, pero son más grandes y duran unas cuatro veces más. Su vida estimada es de unos siete años. Asimismo, su mejor cualidad es que soportan muchas descargas completas sin que su vida útil disminuya. Se recomiendan para instalaciones que se utilicen todo el año con consumos medios.
  • Baterías estacionarias. Compuestas por seis vasos de dos voltios cada uno, pueden acumular gran cantidad de energía. Por ello, son aconsejables para instalaciones que exigen consumos muy altos y continuados en el tiempo. También destacan por su óptima relación calidad-precio.
Por otra parte, en función de su potencia, pueden diferenciarse los siguientes tipos de baterías:
  • Baterías de 12 voltios. Normalmente del tipo monoblock, son muy útiles para segundas residencias que no se usen mucho, con consumos de unos 100 Kilovatios mensuales.
  • Baterías de 24 voltios. Generalmente, se instalan las estacionarias. Están aconsejadas para consumos que no superen los 150 kilovatios mensuales con potencias de entre uno y cinco kilovatios.
  • Baterías de 48 voltios. Para potencias superiores a los 5 kilovatios y consumos que pasen de los 150 mensuales.
En conclusión, las baterías para placas solares son imprescindibles en cualquier instalación de energía solar. Sirven para almacenar la electricidad obtenida mediante las células fotovoltaicas de los paneles. En cualquier caso, si tienes dudas respecto a ellas, contacta con nosotros para obtener más información.