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El mantenimiento de las instalaciones solares fotovoltaicas

Las instalaciones solares fotovoltaicas son una excelente inversión y son fáciles de mantener para que funcionen óptimamente. No obstante, es necesario que conozcas algunas técnicas de mantenimiento para conseguir el máximo rendimiento y aprovechar todo el potencial esta forma de energía limpia.

La instalación solar fotovoltaica

En primer lugar, es fundamental que te familiarices con el funcionamiento de las instalaciones solares domésticas. Los módulos fotovoltaicos que hay en los paneles solares transforman la energia solar en energía eléctrica mediante el fenómeno fotovoltaico. A continuación, esta energía pasa al regulador de carga y, después, a las baterías, en caso de tenerlas. Si no se dispone de ellas solo se convierte en tensión continua. Después pasa al cuadro de luces de tu hogar, como ocurre con la energía eléctrica convencional. Algunas instalaciones tienen baterías solares. En ese caso, la energía alterna se almacena en ellas hasta que es utilizada en la vivienda. Se transforma, entonces, en tensión continua y pasa por el cuadro de luces.

Mantenimiento de las instalaciones solares fotovoltaicas

La lluvia, las tormentas, el viento, los cambios de temperatura… todo influye en el funcionamiento correcto de tus paneles fotovoltaicos, por lo que es necesario revisarlos periódicamente.

Mantener el sistema de generación

Una vez al mes es recomendable que retires de las placas cualquier objeto o suciedad, así como el polvo y la contaminación que puedan afectar al funcionamiento del sistema, ya que actúan disminuyendo la corriente eléctrica generada y, si se dejan en las placas, pueden generar puntos calientes que las dañen seriamente. Para retirar esta suciedad, debes evitar caminar sobre las placas. Durante la instalación has de pensar en esto y colocarlas de forma que puedas limpiarlas sin tener que subirte sobre ellas. Para limpiarlas, no debes utilizar elementos que puedan rayar o estropear de alguna manera los paneles ni tampoco detergentes agresivos. Lo mejor es hacerlo, simplemente, con un paño suave y agua.

Mantenimiento de la estructura soporte de los paneles

La estructura de los paneles fotovoltaicos no necesita un mantenimiento para evitar la oxidación de los materiales, ya que está exclusivamente fabricada con perfiles de aluminio y tornillos de acero inoxidable. Pero sí se recomienda realizar las siguientes revisiones una o dos veces al año: – Revisar si existen degradaciones como grietas o deformaciones. – Comprueba si la estructura para placas solares está bien fijada a la cubierta: consiste en controlar si los tornillos están bien apretados y fijarlos adecuadamente si no lo están. Si alguno de los elementos tiene defectos, tendrás que sustituirlo por otro nuevo. – Asegúrate de que todas las juntas están bien selladas. Si no lo están, hay que repararlas. Después, has de comprobar la estanqueidad de la cubierta. – Comprueba si los módulos están correctamente fijados a la estructura: procede igual que al revisar la fijación del soporte a la cubierta. – Supervisa la resistencia de paso al potencial de tierra y la puesta a tierra de la instalación fotovoltaica.

Revisión del funcionamiento de los inversores solares

Estas son las partes más delicadas de la instalación fotovoltaica, de manera que has de revisarlas bien. La frecuencia con que hagas este proceso dependerá mucho del clima y de otros factores de la instalación. A continuación, se mencionan las medidas para llevar a cabo en una planta fotovoltaica situada en el interior de una vivienda que se encuentra en un intervalo de temperatura normal, de 0 a 40 ºC en la sombra. Este es el procedimiento: – Una vez al mes leerás los datos archivados y la memoria de fallos, que es lo que mejor te indicará los posibles fallos. – Al menos dos veces al año limpiarás las esteras de los filtros de la entrada de aire y, si es necesario, las cambiarás por unas nuevas. – También, al menos dos veces al año, limpiarás las rejillas protectoras en las entradas y salidas de aire. – Una vez al año, limpiarás el disipador de calor del dispositivo de potencia, comprobarás las cubiertas y el funcionamiento de bloqueos; la firmeza de todas las conexiones del cableado eléctrico; comprobarás si el aislamiento o los bornes presentan alteraciones de color o de otro tipo y cambiarás las conexiones deterioradas o los elementos de conexión oxidados. También limpiarás el polvo, suciedad, humedad y filtraciones de agua en el interior del armario de distribución y del resistor EVR. Si es necesario, limpiarás el inversor y tomarás las medidas pertinentes. Monitorizarás, también, la temperatura de conexiones mediante termografía infrarroja. Si alguna conexión alcanza una temperatura mayor a 60 ºC, has de medir la tensión e intensidad de esta. Revisarás los fusibles y otros detalles de la conexión eléctrica.

Acudir a un profesional si es necesario

Como se ha visto, hay algunos detalles del mantenimiento de las instalaciones solares que son más complejos y deben ser realizados con más cuidado. En ese caso, puedes confiar en los profesionales del sector que sabrán exactamente qué mantenimiento necesita tu instalación.